Los palos del flamenco son numerosos, pero nos centraremos en los más conocidos:
- SAETA: En sus inicios fue un canto llano y difícil, de tipo religioso. Más tarde se fue incorporando al canto procesional sin acompañamiento instrumental.
- SEGUIRILLA: Es uno de los cantes más típicos. Comienza muy fuerte y acaba con un aire trágico y solemne.
- LA SOLEÁ: Evoca la soledad, los sufrimientos del amor y las angustias por la muerte. Es uno de los más antiguos del flamenco.
- SEVILLANAS: Es el más conocido cante y baile del flamenco entre el público. Su baile se caracteriza por los brazos expresivos y los pies ligeros. Los temas de las letras son por ejemplo: el amor, el Rocío, la naturaleza... Tienen cuatro partes en las que se repite un estribillo.
- FANDANGO: Se canta por todas las provincias andaluzas aunque con diferencias en cada una de ellas. Destacan los de Huelva. Su melodía es original y personal.
- BULERÍAS: Tiene un ritmo rápido, canta y baila la voz. Hay todo tipo de temas, siempre que el cantaor sepa adaptarlos al compás de este cante.